Ángel Albarrán, además de fotógrafo y profesor de fotografía narrativa, ha trabajado como ingeniero en el departamento de investigación y desarrollo del color de Hewlett Packard en Barcelona durante nueve años. En la actualidad trabaja como fotógrafo, comisario de exposiciones y productor para otros fotógrafos.

De niño entra en contacto por primera vez con la fotografía, cuando su abuelo, un carpintero aficionado a la fotografía, le presentó la magia de la química y la cámara de placas. A partir de ese momento, el lenguaje visual de la fotografía ha dirigido su manera de ver el mundo.

Anna Cabrera, que obtuvo su Licenciatura de Artes en 1992, compagina su trabajo de profesora con la fotografía. Es una experta en los procesos de la fotografía y los métodos de impresión tanto analógicos como digitales. A la edad de dieciséis años durante un viaje de estudios a París, su padre le dejó su cámara Voigtländer, y desde entonces la fotografía se ha convertido en parte de su vida.

Ángel Albarrán y Anna Cabrera trabajan juntos la fotografía. Su trabajo es el resultado tanto de su madurez personal como de un proceso de investigación. La fotografía les ayuda a entender el mundo. Ambos han fomentado su experiencia sobre impresión participando en diferentes talleres y han obtenido un título de postgrado en tiraje y conservación fotográfica.

Anna y Angel producen sus trabajos utilizando diferentes métodos de impresión, aunque su favorito es la platinotipia, utilizan esta técnica desde el año 2001, asimismo han enseñado a otros fotógrafos como hacer platinotipias en diversos talleres que han impartido, así como conferencias sobre la impresión de platino en varios festivales internacionales de fotografía, como el de Recontres d’Arles.

Personalmente, se consideran afortunados por haber tenido la oportunidad de conocer fotógrafos excepcionales que les han hecho entender la idea más valiosa: entender la fotografía como una forma de vida.